Porque esta foto es justo eso -"culto al ego"- aunque en ocasiones no lo queramos decir. Mejor pegamos la frase célebre correspondiente para sustituir el caption real que debería ser algo más o menos como "esta es mi foto y me gusta cómo me veo en ella", "estoy que no me aguanto", o como dije en mi Instagram "agárrate Jlo"- que me toca a mí jajajaj. En fin, puro "culto".
Eso me recordó un tema que discutí en algunas clases de comunicación y de marketing. Hay productos diseñados para satisfacer las prácticas narcisistas, pero siempre debemos tener mucho cuidado de cómo lo comunicamos, cuidado de no decirle al consumidor en la cara que "sabes que quieres comprar esto para fanfarronear, presumir, allantar, echar en cara..." , ustedes entienden la idea.
Pero tengo la sensación de que así se manejaban las cosas antes, porque hoy en día parece que al consumidor no le preocupa en lo absoluto que los productos le dejen saber "esto es para tí que te gusta 'pribar' (en buen dominicano)". Muchos se lo atribuyen a las redes sociales, las 'selfies' y demás.
Sin embargo, de repente me vino el pensamiento de que no es que nada haya cambiado, quizás la cosa siempre ha sido así. Ha cambiado la forma pero no el fondo. O cómo creen que surgieron los espejos, los retratos pintados, los autorretratos, las esculturas personalizadas y demás cosas de antaño. Cierto que quizás antes sólo las usaba la nobleza para perpetuar su imagen en el tiempo, o quienes lograban grandes hazañas. Pero ahora lo puede hacer cualquiera, gracias a que los medios están al alcance.
Hemos logrado la "democratización del narcisismo" y podemos compartir cuando queramos nuestra propia dosis de "culto al ego". Todos lo hacemos. Pero el que esté libre de pecado, ya sabe qué hacer...
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