Les presento a Joe Cabassa. Lo presento en este blog, no sólo para que mi amiga Cecilia se torture viendo a un hombre con los ojos como le gustan, o como un ejemplo de que aún existen los perfectos caballeros; sino porque mi entrevista fue editada por motivos de espacio y me dio la gana de publicar aquí la versión completa, que está más interesante. Después de todo, ¿qué trabajo puede ser más divertido que viajar por el mundo disfrutando de una buena copa?
Foto de Jeffrey Rodríguez |
Invitado por La Viña de El Catador, como embajador de la marca Perrier-Jouët , Joe Cabassa se presenta con la gallardía de todo un diplomático.
Y no es para menos, porque desempeñar este trabajo es un honor que ha asumido con pasión desde muy joven, cuando descubrió que su verdadera vocación estaba más lejos de la universidad y más cerca de los bares.
“En mi familia, prácticamente todos son ingenieros y yo estaba para ser ingeniero eléctrico. Pero mientras estaba estudiando, trabajé como bar tender para cubrir gastos y lo encontré una industria fascinante; no sólo el concepto del servicio y de complacer a alguien, sino más bien el poder combinar sabores, saberes y texturas para que se sientan mejor, me encantó”, cuenta Cabassa.
Es así como tuvo que convencer a su familia de que había tomado la decisión correcta y de que se dedicaría a algo que era mucho más que un hobby. Por eso se entregó de lleno a perfeccionar su arte para no ser uno más detrás de la barra y lo consiguió.
Oriundo de Puerto Rico, su experiencia más relevante comenzó con Hard Rock Café, franquicia para la cual llegó a ser Trainer Corporativo, lo cual le permitió adiestrarse y viajar por varios de sus restaurantes en Latinoamérica y El Caribe.
Actualmente, es embajador de marcas para el portafolio de Pernod Ricard, empresa propietaria de etiquetas como Chivas Reagal, Absolut Vodka, Kalhúa, Malibu, entre otros licores; además de vinos y espumosos, donde la bandera principal es Perrier-Jouët.
A pesar de su juventud, ha tenido la oportunidad de viajar 12 veces a Escocia y a regiones licoreras importantes, como Cognac y Burdeos, para tomar cursos de whisky, tequilas, vinos, rones, jerez y prácticamente todos los licores del mundo entero. Y cuenta con una certificación profesional de la Wine & Spirits Education Trust (WSET).
Para él ha sido más importante esta experiencia que cualquier otra instrucción. “En esto, es como decía Thomas Edison: ‘El genio es 1% inspiración y 99% transpiración’. He recibido más educación en la práctica que sentado en un salón de clases”, afirma.
Lo que sí es seguro es que como embajador de marcas de bebidas le va fenomenal. Durante mucho tiempo fue principalmente embajador de Chivas Regal, pero ahora lo es del popular champagne Perrier-Jouët.
“Definitivamente el ‘aproach’ es diferente- dice al respecto. Con todo tipo de vinos hacemos celebraciones, pero guardamos aquellas celebraciones memorables para el champagne. No obstante, alrededor del mundo, y lo he notado en República Dominicana también, la gente está optando por champaña para celebraciones de diario. Comúnmente se guardaba para una celebración de corto o largo plazo, pero ahora ves que en discotecas la gente descorcha una botella de champagne”.
Para él, el fuerte de la marca que ahora representa es su tradición de calidad y sofisticación. “Perrier-Jouët se percibe como un champagne sumamente elegante. Cuando ves la etiqueta y el producto percibes eso, pues lo que nos distingue es esa promesa de sofisticación que se cumple con el producto, algo que el consumidor puede apreciar al elegirnos en sus celebraciones”, comenta.
Y es que precisamente en eso se enfoca su misión, pues como embajador de tan prestigioso producto, Joe Cabassa, tiene la responsabilidad de llevar ese mensaje de sofisticación no sólo a las empresas distribuidoras, sino también a los camareros, bartenders y vendedores; logrando que éstos puedan ejercer lo que él ha denominado “el servir perfecto”, que más que brindar un trago, es crear el maridaje perfecto entre las bebidas para lograr la total satisfacción de quien la disfrute.
Por supuesto, también educa a los consumidores que entran en contacto con el mismo. “Lo que queremos es que el cliente perciba nuestra marca como una pieza importante en sus celebraciones y que aunque no estén celebrando algo muy memorable, hagan memorable el momento brindando con nuestro champagne”.
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