jueves, 16 de abril de 2020

¿Qué hay de bueno en no tener el control?


Leyendo el último “post para los que leen” de Gabi Desangles, un comentario llamó mucho mi atención. Gabi hablaba sobre todos los planes que quedaron en pausa o cancelados con la cuarentena. Y una de sus seguidoras (a quien conozco jejeje) comentó “para mí lo peor ha sido darme cuenta de que no tengo el control”. 

La entiendo perfectamente. Yo también por momentos he sido planificadora compulsiva. Sin embargo, en los últimos años la vida me ha dado interesantes motivos para aprender que “no tener el control” es una experiencia que es importante vivir y que me ha dado estas importantes lecciones: 

El mundo no se acaba
La situación del coronavirus es una situación nueva para todos nosotros. Pero te invito a detenernos un momento y pensar en todas las situaciones por las que ha pasado la humanidad, las que ha pasado tu país, las que ha pasado tu familia. Si vas de lo macro a lo micro verás que nos toca lo que nos toca, pero al final “todo pasa, hasta la ciruela pasa”. Así que respira profundo y has todo lo que puedas para preservar tu salud física y mental. Al final eso es todo lo que necesitarás para volver a salir a camino sea tarde o temprano. 


Mejora tu capacidad de adaptación
¿Eres de l@s que le temen a los cambios? Los miedos sólo se superan enfrentándolos, asumiéndolos, y el miedo al cambio no es diferente. Hace poco mientras meditaba cómo terminé viviendo en Hungría desde República Dominicana, me di cuenta de que la vida me fue preparando para esto. Calculé que me he mudado alrededor de 9 veces en mi vida: 6 veces cambiamos de casa/barrio en la ciudad, luego de RD a NY, de vuelta de NY a RD y finalmente de RD a Hungría. 

Cada mudanza requiere dejar cosas atrás, por más pequeña que sea. Cada cambio requiere una decisión que a veces tomas tú o que otros toman por ti. Pero lo cierto es que mientras más rápido lo asumes y sigues adelante, más rápido y fácil se hace tu poder de adaptación. Más fácil te hace soltar un poco el apego a las cosas y más costumbre se te hace ver el futuro con un optimista “vamos a ver qué pasa”. 

Aprendes a ser flexible
No digo que tener planes no sea importante. Lo es. Pero también considero súper importante ser flexible y explorar caminos que no se te habían ocurrido en lo más mínimo, pero que a Dios y al destino sí. 

A veces las oportunidades surgen como una “pista”, en un momento muy breve. Sólo un corazón atento es capaz de reconocerlas. Puedes tener un plan súper acabado de lo que quieres en la vida, pero llegarán circunstancias que no dependerán de ti y también personas que querrán ser parte de tus planes y necesitarán que les hagas un espacio para que las cosas funcionen. 

De nuevo poniendo mi ejemplo, si me hubiera encasillado sólo en “mis planes” es muy probable que me hubiera perdido de darle un chance al amor.

Vivir el presente
Quizás es lo mejor de no tener el control. En lugar de pensar en lo que no puedes hacer ahora y enfrascarte en eso, comienza a descubrir lo que sí puedes hacer. Repite conmigo “ahora no puedo hacer ESTO, no sé cuándo podré, pero HOY disfrutaré de ________ (incluye aquí algo que disfrutes ese día: dormir una siesta, tomar café en la terraza, una hora en la ducha, lo que sea). 

No vivir el presente es uno de los grandes males de nuestra generación. Como dice un dicho “la depresión es el exceso de pasado y la ansiedad es el exceso de futuro”. Vivir el presente es lo más saludable para tu paz mental.

Ojalá puedas aprovechar hoy para perder un poco el control y disfrutar. Porque te juro que esta cuarentena no durará para siempre…

2 comentarios:

¡Comparte tu opinión!