Surf Lessons! :-D

Foto: Roberto Cadett Perozo

Hace un mes que tengo comprimido este post en mi cabeza. El asunto es que, como ya saben, durante The One Weekend, tuve la oportunidad de tomar una clase de surf. Tengo que confesar que aprender a surfear fue mi única motivación para asistir- jejejejejeje and that's the ugly truth-. Y resultó para mí una gran lección, así que lean esto hasta el final. 

Surfear, era uno de mis sueños de vida, a los cuales se suman otras cosas como aprender a dar vueltas maromas, mover un aro en mi cintura, montar skateboard (que es más o menos equivalente), recorrer una isla diminuta, escribir un best-seller, etc... Así que puedo tacharlo de la lista como un sueño hecho realidad. 

La experiencia resultó más trascendental de lo que me esperaba, ya que hacer esto implica mucho más que cierta habilidad o condición física, tal vez eso es lo de menos. También me pareció un poco ambivalente, porque es algo fácil y complicado a la vez, que requiere que te concentres, pero que al mismo tiempo liberes la mente. 

Pedro Fernández

Me explico. El maestro del surf dominicano, Pedro Fernández, fue quien nos introdujo a la clase, explicándonos cómo esto se había convertido en su mundo y cómo es importante para los surfistas la interacción con el océano, la naturaleza y preservar el entorno que les permite hacer lo que aman. 

Luego Bobo, de Bobo Surfs Up, nos explicaría todo lo que teníamos que saber, que en resumen fue más o menos lo siguiente:

-Deben buscar un punto de equilibrio al colocarse sobre la tabla. Para saber que están en dicho punto, la punta de la tabla debe apuntar ligeramente hacia arriba. Si sobresale mucho, estás muy atrás; si queda dentro del agua, estás muy alante. 

-Separen los pies para hacer equilibrio mientras reman. Remen introduciendo sus brazos en el agua lo más profundo posible. 

-Si viene una ola deben apoyar sus manos debajo del costado y levantarse un poco para que el agua pase entre su cuerpo y la tabla. Y cierren los ojos para que el agua no entre en ellos. 

-Una vez llegan suficientemente lejos, se voltean en la tabla y esperan su ola. 

Foto de Roberto Cadett Perozo

Como podrán imaginarse, hasta este punto, yo no podía creer que tuviera que tener pendiente tantas cosas, y estaba segura que todo se me olvidaría al instante de entrar al agua. (Y heme aquí, copiando todo un mes después jajajajja! ¡Tiene que ser un milagro!)

Ahora viene lo mejor...

-Para levantarse, apoyen las manos sobre la tabla en ambos costados y junten las piernas. Te pones de rodillas. Colocas una pierna al frente en el centro de la tabla y la otra detrás. Tratas de encontrar el equilibrio y ¡te paras!

-Cuando estés llegando a la orilla, te tiras hacia atrás y colocas tus manos sobre la cabeza para que no te vayas a golpear. 

Y voilà! ¡Estás sobre las olas! Yo "flipaba" como dirían mis amig@s españoles jajajjaja. No podía parar de reírme, era como una niña montada en un columpio por primera vez. Pude pararme todas las veces que lo intenté y aunque estaba cansadísima, no podía parar de intentarlo de nuevo porque era demasiado divertido. 

Yo surfeando :) por: Roberto Cadett Perozo

Pero hay algo que para mí va mucho más allá de la diversión. Mientras hablaba con Bobo, me contó que para él como profesor de surf, el gran reto es hacer que las personas realmente crean que lo pueden hacer. Que puedan concebirlo en su cabeza, independientemente de sus condiciones físicas. 

Me llamó mucho la atención el hecho, además de creer que puedes hacerlo, pararte sobre la tabla  implica que tomes una decisión rápida y luego liberes la mente. Que te dejes llevar. Tienes que hacerlo inmediatamente apoyas las manos, porque si te quedas esperando el momento preciso o perfecto, la ola te arrastra hasta la orilla y cuando menos te lo imaginas, ha pasado tu oportunidad. 

Muchas de las cosas en la vida son como esto. Tienes que decidirte y pararte sobre la ola antes de que pierdas la oportunidad. =))


Aquí un videito....